Es muy curioso observar, como el patrón de pensamientos que se produce en nuestra mente, la mayoría de veces es disfuncional. Me gustaría poner en nuestra consciencia aquel conjunto de pensamientos o historia narrada por nuestra mente, que nos informa de nuestra “problemática y “catastrófica” situación o momento de vida X.
Es gracioso, aunque doloroso también, ver como una tormenta de pensamientos “catastróficos” te informan de algo, ficticio y alarmante. Si uno se identifica con esta ficción pasa a experimentar las emociones como si fuera cierto y estuviese ocurriendo. En ese instante, podríamos mirar a nuestro alrededor y nos daríamos cuenta que no está sucediendo la película de mi mente. Solo se está reproduciendo dentro de mi cerebro.
En mi experiencia hasta ahora, e comenzado a darme cuenta que no solo no está ocurriendo en realidad, sino que me informa de algo que no es verdad, porque no está sucedido ahora, el único momento del que si se lo que está ocurriendo con realidad. Esto me hace ver que es un patrón de “supervivencia” muy neandertal que hoy en día no nos ayuda a vivir, sino más bien a sufrir. Seguimos previniendo con miedo y alerta una cantidad de cosas innecesarias y ficticias, en un momento de la existencia donde la mayoría, tenemos las cosas básicas para sobrevivir.
Cuando este patrón de pensamientos aparece en nuestra consciencia, si nos lo creemos y pasamos a intentar resolverlos, estamos perdidos. Este se alimenta de más pensamientos y energía que le prestamos, terminando sin llegar a ningún lugar más claro y verídico, del que ya me estaba informando “mi película catastrófica”. Un problema formado por mis pensamientos y mi mente no puede resolverse desde el mismo lugar, donde han sido creados.
Cuando llega esa película que me niebla mi realidad y mi calma, la observo y la dejo estar el tiempo que quiera. No la intento resolver pensando más. Razonando la ficción. Solo observo y empiezo a tomar distancia de la niebla y yo. Le permito estar, sin creerme nada.
Comments