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Foto del escritorVíctor Avilés

EXIGENCIA E INSACIABILIDAD MENTAL.

Actualizado: 23 may 2019

Es curioso poder ver como hay un flujo continuo de exigencia hacia uno mismo y si miramos un poco más, hacia todo lo que nos rodea, es decir, nuestra propia experiencia de vida.


Además es gracioso ver, que es lo que me exijo a mi y a mi propia vida. Exijo sensaciones distintas a las que estamos sintiendo en esos momentos. Exijo emociones diferentes a las que siento. Exijo pensamientos o formas de pensar diferentes a las que mi cerebro piensa. Exijo también, haber actuado diferente a la forma en la que ya he actuado.

Exijo, incluso, haber sido distinto a lo que ya fui. Y lo más loco, exijo que lo que está ocurriendo ahora mismo, tendría que estar ocurriendo de forma distinta. Exijo que sea distinto a lo que ya es y a lo que fue. Sin darme cuenta que ya fue de esa manera y que ya está siendo así.


Si miramos de frente a este patrón mental y a este tipo de queja e intento de modificación vital, es un rechazo continuo hacia toda mi experiencia de vida. Rechazo y juzgo mi pasado, donde no sabía hacerlo de otra forma, rechazo mi presente que está siendo así, rechazo a mis pensamientos, que están apareciendo de esa forma en mi consciencia y rechazo mis emociones que están naciendo en mi interior para ser sentidas de esa forma concreta. ¿Hay algo más que pueda rechazar y duela más que todo esto? Lo curioso es que nos hemos hecho inmunes a este rechazo inconsciente, silencioso y constante.


Hay algo en nuestra mente, un patrón, una inercia, que nos mueve de forma INSACIABLE. Los tiempo de ahora nos llevan al dolor, a la incoherencia, al darnos cuenta que estamos caminando de una forma un tanto ilógica y anti-natural. No es nuestra esencia tener que ser continuamente mejores personas y alimentar de títulos, posesiones y distintos papeles, a un actor de teatro, que en el fondo, lo único que necesita es saber quién es fuera de la obra interpretada.


La naturaleza y nuestra propia experiencia de vida, si nos paramos, solo nos pide ser nosotros mismos y vivir lo que estamos viviendo. Somos nosotros y nuestra película mental insaciable, animada por las modas, la cultura y la sociedad del momento, la que se cree que la vida se trata de ser siempre más y mejor. Y todos los que nos creemos dicha película, sufrimos los daños colaterales de toda esta ficción.


Esto no excluye que uno quiera ser más empático, estar más sano, o estudiar ese máster que tanto le llena. La mirada está desde donde elegimos iniciar esa actividad, proceso o sueño a conseguir. Se trata de atreverse a mirar, si lo que estoy haciendo nace de mis ganas y entrañas, o desde la pura exigencia ficticia y mental que me he creído y me he auto-impuesto.


Es agotador, doloroso y perjudicial el tipo de patrón mental e inercia mencionado anteriormente. No hay respeto, compresión, abrazo, escucha, hacia uno mismo, cuando actuamos en base a imposiciones no sentidas. Es como realizar movimientos vitales incoherentes, por eso quizá, no cuesta y nos termina agotando tanto ir contra naturaleza.


Podemos, pararnos unos segundos, sentirnos, y preguntarnos, si la vida nos está exigiendo que sea diferente o son nuestros juicios los que están en queja y mejora insaciable.


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