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  • Foto del escritorVíctor Avilés

EL PENSAMIENTO EN LA ANSIEDAD Y OTRAS NEUROSIS

¿Por qué nuestro cuerpo reacciona con esas sensaciones, emociones y síntomas de gran intensidad, cuando sentimos ansiedad, pánico, fobia o depresión? Cual es su causa?


La mente, en concreto el pensamiento, es automático y tiene su propia inercia. Pocas veces elegimos nosotros lo que pensamos y mucho menos tenemos la capacidad de pensar y dejar de pensar voluntariamente. Cuando nuestra mente cuenta una historia pasada o futura dramática y/o catastrófica, el cuerpo cree esta historia. El cuerpo es muy inteligente, pero no sabe diferenciar entre la realidad de lo que está ocurriendo, y las imágenes mentales que nuestro cerebro crea en medio de esa película de ciencia ficción dentro de nuestra cabeza.

¿Por qué nos creemos estas historias y narrativas de nuestra mente?

Porque estamos identificados con el pensamiento. Creemos que la mente somos nosotros. Y que los que dice la historia es verdad. Al creerlo nuestro cuerpo genera emociones en base al contenido mental. Y así todas nuestras ideas, juicios, opiniones de nosotros y de los demás. Todo, una gran película.

Todos esos pensamientos, toda esa historia de nuestra cabeza, son opiniones mentales, productos neuronales, propuestas cerebrales, sin más. No tienen ningún poder, a no ser que nosotros se lo demos. Ahí empezamos a ser sus esclavos y a vivir esa ficticia y en este caso, dolorosa “realidad”.

Cuando uno empieza a observar con cierta distancia lo que suena en la mente y a no creerlo, empieza progresivamente, a ser libre de todo ese torrente de pensamientos, emociones y sensaciones intensas e incapacitantes.


Cuando uno se cansa de sufrir, de no encontrar soluciones de raíz, puede llegar a la causa de la gran mayoría de sufrimiento de los seres humanos: el ego y su identificación. Es un camino, un entrenamiento, una maduración psicológica, una transformación de la psique. Una necesidad del planeta tierra urgente.


Se requiere la decisión de auto-responsabilidad de nuestro sufrimiento y neurosis. La voluntad, la intención y la perseverancia en el camino de la libertad mental.




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